viernes, 27 de abril de 2018

OMPI utiliza a las mujeres para fomentar los negocios con la Propiedad Intelectual

 
 Director General de la OMPI, Francis Gurry

 Por Dr. Norman Hastel.

Como es habitual en las grandes corporaciones internacionales, se busca manipular a la sociedad civil a partir de consignas loables, para convencer a grandes masas poblacionales de la importancia de alguna temática global: todo ello para favorecer a grandes empresas transnacionales.
Una vez más, la OMPI bajo el mandato de su director, Francis Gurry, recurre a las mujeres para fomentar el uso de las patentes, las marcas o los diseños industriales.

Cada 26 de Abril la organizacion global OMPI celebra el Día Mundial de la Propiedad Intelectual para promover la utilización de las marcas, las patentes o los denominados "derechos de autor" para impulsar las ganancias de las corporaciones internacionales que utilizan estos instrumentos de la economía para conquistar mercados en cada uno de los territorios y regiones en las que pone sus pies.
En este marco, como lo ha hecho en el pasado con campañas de promoción de la propiedad intelectual usando a los niños, ha decidido manipilar a la opinión público recurriendo a una perspectiva de género para convencer a la ciudadanía global de que la propiedad intelectual es útil.

Gurry ha publicado un mensaje en el que afirma:

"La propiedad intelectual existe para fomentar la innovación y la creatividad, que a su vez estimulan mejoras en nuestra calidad de vida, impulsan el crecimiento económico y ayudan a afrontar desafíos importantes como el cambio climático, la energía limpia, la seguridad alimentaria y la salud."

Estas afirmaciones son FALSAS: la propiedad intelectual existe para crear monopolios temporales o permanentes al ser utilizado por las corporaciones internacionales para expandir sus negocios globales, ingresando con sus productos o servicios a cada uno de los países mediante el registro de sus marcas de automóviles, alimentos procesados, patentes de medicamentos, supuestos productos o procedimentos ecológicos y limpios, o diseños industriales de vestimenta o teléfonos celulares, o programas de software de entretenimientos, series o películas de Hollywood.

Gurry manipula utilizando estadísticas que involucran a las mujeres y reclamando mayor participación en este gran mecanismo corporativo que representa la propiedad intelectual:

"En el caso de la innovación, si tomamos como ejemplo el uso del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT), en 1995 solo el 17% de las solicitudes internacionales de patente presentadas en virtud de ese sistema incluía a una mujer como inventora.
La buena noticia es que esta cifra está aumentando y actualmente figura al menos una inventora en casi un tercio de todas las solicitudes internacionales de patente.  Con todo, ese porcentaje está muy por debajo de la paridad a la que todos aspiramos."

Las innovaciones no necesitan de la propiedad intelectual para surgir, ni de marcas o patentes para ser útiles. La propiedad intelectual nunca creará condiciones razonables de desarrollo para las economías de países en desarrollo, como ya fue demostrado por especialistas de los propios Estados Unidos, Europa o Japón.
La propiedad intelectual tanto en manos de hombres como de mujeres será siempre un instrumento de dominación de mercados y de bloqueo de la creatividad humana, creando condiciones de pobreza y  disminución de calidad de vida de los ciudadanos del mundo.