/ladiaria.com.uy.- Desde la semana pasada y hasta este viernes, los negociadores del Mercosur y de la Unión Europea (UE) están reunidos en Asunción en busca de acercar posiciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio. 

En ese marco, el Consejo Industrial del Mercosur, que integran la Unión Industrial Argentina, la Confederación Nacional de Industria de Brasil, la Unión Industrial Paraguaya y la Cámara de Industrias del Uruguay, emitió una declaración en la que reclama “la mayor transparencia posible” en las negociaciones. También exige que las partes establezcan plazos y condiciones para que los sectores afectados negativamente por el acuerdo “puedan transformarse y continuar activos en el nuevo escenario”.
Los industriales se pronunciaron a favor de un acuerdo “equilibrado” que reconozca los niveles dispares de desarrollo de ambos bloques y, en especial, el impacto que tendrá sobre la industria del Mercosur. En ese sentido, evaluaron que es necesario “preservar determinadas herramientas” que son fundamentales para el funcionamiento del Mercosur, como un “trato especial y diferenciado” que incluya una “ampliación satisfactoria de cuotas de importación por parte de la UE”, la eliminación de subsidios europeos a la producción de bienes agrícolas, la inclusión de una “cláusula de desarrollo industrial”, el mantenimiento de límites al acceso al mercado de compras y contrataciones públicas “como herramienta de desarrollo industrial nacional” y el rechazo a la extensión de las patentes y a la protección de los datos de prueba, entre otras.
De cara a las negociaciones en Asunción, también se pronunciaron en forma conjunta la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur y la Confederación Europea de Sindicatos. En una carta abierta, los sindicalistas de ambos bloques sostuvieron que no aceptarán un acuerdo de asociación “en las actuales circunstancias y condiciones”, ya que “no se perfila un auténtico Acuerdo de Asociación justo y equilibrado, sino un tratado de libre comercio que perjudica a los países de menor desarrollo relativo a ambos lados del Atlántico en su industria nacional, en la promoción de la producción y del trabajo decente”.
Las centrales denunciaron que la UE no ha finalizado todavía el estudio de impacto de un eventual acuerdo sobre sus sectores sensibles, y los países del Mercosur “ni siquiera han comenzado estudios análogos” que permitan tomar medidas de protección productiva y de mitigación en materia de empleo.
Finalmente, los sindicalistas señalan la “escasa importancia” que los negociadores de ambos bloques han otorgado a los puntos “más sensibles” señalados por las centrales: participación institucionalizada de los actores productivos en las negociaciones, adopción de un capítulo sociolaboral que incluya las Normas Internacionales del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo, ausencia de un “trato especial y diferenciado” para los países de menor desarrollo relativo de ambas regiones, tiempos reducidos para la desgravación arancelaria, la eliminación de instrumentos de política industrial, la desregulación de servicios estratégicos para el desarrollo de ambas regiones, y la extensión de la duración de las patentes y la protección de datos de prueba, “que impedirán el acceso de ambas poblaciones a la salud y los medicamentos”.
Las centrales exigen que se establezca un Foro Laboral para analizar los aspectos mencionados; de lo contrario, “no aceptarán” el acuerdo.