miércoles, 28 de septiembre de 2016

Médicos del Mundo denuncia el “escandaloso precio de los medicamentos”

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actasanitaria.com.- “Ciertos medicamentos que llegan al mercado, como los nuevos tratamientos anticancerígenos o para la Hepatitis C, alcanzan hoy en día precios exorbitantes”, afirma Médicos del Mundo, que alerta que “el riesgo a largo plazo es que la cobertura médica pública no va a poder seguir sosteniendo el reembolso de tratamientos a estos precios tan elevados, que sin embargo son necesarios para miles de personas enfermas”, por lo que la organización ha lanzado la campaña “El precio de la vida” para luchar contra esta situación.

A través de una página web, la organización anima a la ciudadanía a dirigirse a su Gobierno, mediante la firma de una petición dirigida a la Ministra de Sanidad, Fátima Báñez, “para pedirle que utilice todos los medios jurídicos y políticos a su alcance para reducir los precios de los medicamentos que salvan vidas”.
cancer-mama-medicos-del-mundoSeñala la ONG que “los laboratorios determinan el precio de los fármacos en función de la capacidad de los Estados de pagar por tener acceso al tratamiento, una vez calculado también el coste de investigación y producción del mismo” y que, “cuanto más rico es un Estado, mayor es el precio”. Asimismo, “generalmente, las autoridades que fijan estos precios aceptan alinearse con las exigencias de las empresas farmacéuticas”, apunta.
En este contexto, destaca Médicos del Mundo que “desde hace varios años, el precio de los medicamentos está en constante aumento: un tratamiento combinado contra la Hepatitis C (por ejemplo, Sofosbuvir y Simeprevir), ronda los 40.000€ en países como EEUU o Francia, y unos 13.000 en España -según el resultado de la negociación entre gobierno y empresa proveedora-. Keytruda, para el melanoma, se venderá a más de 100.000 € anuales por paciente. Glivec, para tratar la leucemia, cuesta en España unos 30.000€ por año y paciente”.
Los costes “se sobreestiman y los importes reales son confidenciales”
“La industria farmacéutica justifica estas cifras tan elevadas aludiendo a los costes de investigación y desarrollo. Pero estos se sobreestiman y los importes reales son confidenciales”, explica la ONG.
“En realidad, la mayoría de fármacos innovadores se basa en la investigación desarrollada en los laboratorios de las universidades públicas. Luego, las empresas farmacéuticas adquieren los descubrimientos más prometedores y desarrollan medicamentos que después compran los sistemas sanitarios de los países, de nuevo con fondos públicos y a unos precios a menudo abusivos”, como explica Médicos del Mundo, que añade que, “además, estas compañías reciben deducciones fiscales por promover la investigación, con lo que se cierra el círculo vicioso perfecto”.
Suele coincidir, afirma esta organización, “que cuanto mayor es el beneficio para el paciente, mayor es el precio también”. No obstante, “desde hace 20 años, el 74 % de los medicamentos que se comercializan no producen más que ligeros beneficios terapéuticos”, asegura Médicos del Mundo.
A modo de ejemplo, la ONG hace referencia al caso de Sofosbuvir, empleado para combatir la hepatitis C, y señala que la farmacéutica justifica el precio “afirmando que permite evitar la cirrosis y el trasplante de hígado, cuya atención sanitaria es muy costosa”; sin embargo, agrega, “si esta misma lógica se aplicara a otros sectores, un airbag se pagaría al precio de una vida”.
“Las empresas no comunican jamás a cuánto asciende el coste real de producción de los medicamentos para garantizar un margen razonable sobre las ventas, aunque esto es lo que debería determinar su precio”, lamenta Médicos del Mundo, que se cuestiona sobre “si nuestro sistema sanitario podrá asumir estos elevadísimos precios a largo plazo”.
Las licencias obligatorias, para hacer frente a los “elevadísimos precios”
“Las patentes que protegen las innovaciones terapéuticas tienen una validez mínima de 20 años, durante la cual no se puede poner en el mercado ningún genérico a bajo precio”, apunta la organización, que, sin embargo, recuerda que éste “no es un sistema incuestionable; de hecho, es bastante reciente” y que, de hecho, “en España no hubo patentes para productos farmacéuticos hasta los años 90”.
“El gobierno, sin embargo, no utiliza las herramientas a su disposición para oponerse a esto, como las licencias obligatorias”, lamenta la ONG, que recuerda que “este instrumento jurídico permite suspender temporalmente una patente y abrir el mercado a la competencia para producir o importar genéricos, con el objetivo de hacer bajar los precios”. “La licencia obligatoria puede utilizarse cuando existen motivos de interés público, como necesidades de salud pública, defensa nacional o de abastecimiento que así lo exijan”, complementa.
Que los laboratorios no “calculen por nosotros ‘el precio de la vida'”
“No permitiremos que los laboratorios calculen por nosotros ‘el precio de la vida’ según criterios de rentabilidad”, es el objetivo de la campaña de Médicos del Mundo, por lo que esta organización pide “que el Estado proteja el interés de la población española y nuestro sistema de salud solidario, e intervenga para hacer que se bajen los precios de los medicamentos la transparencia de los gastos de investigación y desarrollo un modelo alternativo al de las patentes para financiar la investigación y el desarrollo”.