jueves, 19 de mayo de 2016

Farmacéuticos brasileros expresaron su preocupación por los tiempos burocráticos de las patentes

 

Mirada Profesional.- Farmacéuticos brasileros ven con preocupación el hecho de que el Instituto Nacional de la propiedad Industrial (INPI) demore una media de 14 años para el análisis de solicitud de una nueva patente, el triple de tiempo que en países desarrollados como EE.UU o algunos de Europa.


Los profesionales advierten que dicha lentitud resulta extremadamente perjudicial para la creación de un entorno favorable para la innovación, que debe ser proporcionado por los instrumentos de protección a las inversiones necesarias para crear tecnologías. Sin ellos, la innovación se ve amenazada por la piratería y la competencia desleal.

"A pesar de que han pasado dos décadas desde la creación de la Ley de Propiedad Industrial, estamos todavía lejos de ser un país que promueve la innovación realmente competitiva" - dice el ex congresista (PMDB-RS) y el ex gobernador de Río Grande do Sul y director ejecutivo de la Asociación de Investigación Farmacéutica (Interfarma), Antonio Britto.

El dirigente le apuntó a la situación en la que se encuentra el Instituto Nacional de la propiedad Industrial (INPI), con un número insuficiente de examinadores, sólo 1/3 de la cantidad ideal. Cada examinador es responsable de cerca de 900 procesos, mientras que en Europa el número es diez veces más pequeño. El año pasado 350 nuevos empleados fueron aprobados, pero no contratados por falta de recursos. Y por lo tanto, la cola de solicitudes continúa aumentando.

Los pocos examinadores, aunque altamente cualificados, comienzan a perder las condiciones técnicas y actualizaciones profesionales. Paralelamente a esto, también se está descuidando la función estratégica del instituto, ya que se ha distanciado de los debates importantes para el futuro político, económico y tecnológico de Brasil.