martes, 19 de enero de 2016

El negocio de las patentes farmacéuticas mantiene a 90 milmillonarios en el mundo

Por: Eduardo Ortega Socorro. Madrid
¿Es el negocio del medicamento lucrativo? Eso parece. De hecho, al menos 90 personas son ‘milmillonarias’ en el mundo gracias al sector, según indica un informe elaborado por Intermón Oxfam, que, con todo, carga contra los laboratorios y la protección intelectual e industrial con la que están dotados los medicamentos en su fase innovadora.

José María Vera, director de Intermón Oxfam.
Concretamente, la ONG considera que “si bien es cierto que el desarrollo de nuevos medicamentos es un proceso que puede requerir mucho tiempo y dinero, parece que los derechos de propiedad intelectual son casi el único incentivo de las empresas para invertir en investigación y desarrollo”, lo cual lleva a que el sistema se mueva “por intereses comerciales y no por el bien de la salud pública”.
Por ello, Intermón Oxfam reclama que “la financiación de la I+D debe desligarse de la fijación de los precios de los medicamentos a fin de acabar con los monopolios de las empresas”. En este sentido, recuerda que “con frecuencia, la investigación primaria e incluso algunos ensayos clínicos se financian con dinero público”.  De esta manera propone “un nuevo tratado mundial sobre I+D, incluidos los genéricos a precios asequibles, y excluir las normas de propiedad intelectual de los acuerdos comerciales”.


Además, “debe garantizarse una financiación suficiente para la I+D de los tratamientos más necesarios, y que los medicamentos resultantes sean asequibles para todas las personas que lo necesiten”.
Actividad de ‘lobby’
No se olvida Intermón Oxfam de la actividad de ‘lobby’ característica del sector farmacéutico. Tan solo en Washington, la industria dedicó 228 millones de dólares a este tipo de actividades en Washington, todo ellas con el fin de mantener o ampliar sus intereses en propiedad intelectual.
Asimismo, recuerda que las empresas cada vez arriesgan menos en términos de investigación. También en Estados Unidos, aproximadamente  el 75 por ciento de nuevos principios activos calificados como ’prioritarios’deben su existencia a fondos públicos.