eldiariodemadryn.com publicado en 2015.- En la mayoría de las entidades financieras no es fácil de buenas a primeras convertirse en proveedor. Menos aún no siendo de la `zona de influencia´ si se trata de un banco provinciano, y mucho menos todavía si no se completa un exhaustiva inscripción donde la situación legal y patrimonial queda más que clara. Todo esto en virtud de los recaudos de las exigencias sobre lavados de activos y antecedentes de las firmas cuya pulcritud las entidades están obligadas a testear por ley.
Uno de los casos que le está acarreando no pocos dolores de cabezas al Banco del Chubut y por añadidura al BAPRO, en virtud de que su Gerente General, Marcelo Ramírez reportaba al momento de las operaciones en cuestión en otro puesto en simultáneo como Gerente de Unidades de Negocios en Provincia de Buenos Aires, faltando a lo que sugiere la Ley de Entidades Financieras, es el de la proveedora porteña Graciela Adan & Asociados S.A.