jueves, 11 de junio de 2015

RAINER OSTERWALDER, PORTAVOZ DE LA OFICINA EUROPEA DE PATENTES: “Que España rechace la patente europea por su idioma es un argumento extraño”

 

El políglota portavoz de la Oficina Europea de Patentes (EPO), Rainer Osterwalder, explicó durante una sesión previa a la gala de entrega de los Premios al Inventor Europeo del Año las virtudes de este sistema de registro de la propiedad intelectual industrial. También tuvo tiempo para criticar a aquellos países, como España, que ponen trabas a la creación de una figura que unifique los trámites en todos los estados miembros: la patente europea.
 
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) rechazó recientemente dos recursos de España contra la propuesta de la EPO para establecer un mecanismo de registro común válido en todos los países del viejo continente. ¿La razón? Que nos gusta mucho la lengua de Cervantes; casi tanto, al parecer, como la burocracia.
Entre el ajetreo que vive la organización antes de su puesta de largo para laurear a los investigadores más destacados de 2014, Osterwalder sacó unos minutos para charlar con Sabemos.
¿Deberíamos estar preocupados por que no haya ningún español nominado al Inventor Europeo del Año?
No, no tiene nada que ver con la calidad de los inventores españoles. Es una coincidencia, como lo es que haya 4 nominados franceses en esta edición y no haya españoles. Tampoco hay alemanes; los alemanes son los reyes de las patentes en Europa, y no tienen ningún nominado este año
Algunos investigadores españoles están preocupados porque dicen que estamos haciendo bien las cosas en el campo científico pero que no hay transmisión en el número de patentes. ¿Cree que es un problema?
"España tiene un problema de transmisión del conocimiento. En España hay una falta de cooperación entre las universidades y las empresas"
En general, la implementación de la innovación es un problema. Hay un problema de transmisión. España es uno de los casos en los que hay mucho trabajo de investigación, lo podemos ver en la cantidad de patentes que piden las universidades españolas, por ejemplo. Pero no hay suficiente implementación en la práctica, porque hay una falta de cooperación entre las universidades y las empresas.
También se están reclamando pasos hacia delante en el sistema de patentes unificadas para Europa. ¿Por qué no se ha adherido España todavía?
Porque había reservas sobre el idioma. Y también había reservas sobre el sistema de patentes; piensan que la EPO no es la organización adecuada para poner en marcha la patente europea por no ser una institución comunitaria.
¿Espera que esto cambie en algún momento?
Creo que España poco a poco reflexionará sobre su posición acerca de este tema. El del idioma es un argumento muy débil, dado que han sido miembros de las instituciones europeas desde los años ochenta. Así que han aceptado trabajar en inglés, francés o alemán. Su razón es que el español se habla en más países que el francés, el inglés o el alemán. Pero la realidad económica es que la mayoría de los artículos científicos están escritos en esos idiomas, y es importante entender eso.
¿La patente europea sería un interés común para España y Europa?
Para todo el mundo. Deberíamos dejar de tener barreras a la innovación en todo el mundo, basadas en argumentos extraños y confusos, que ya no son válidos en la Europa de hoy. ¿Cómo puede un país estar en la unión monetaria y quedar fuera de la libre circulación de bienes y servicios?