domingo, 22 de junio de 2014

China destapa las patentes secretas de Microsoft sobre Android

 
 Alberto Ballestín
quesabesde.com

Android se ha convertido en el problema más rentable de Microsoft. A pesar de que el ascenso del sistema operativo de Google consiguió destruir la incipiente carrera de Windows Mobile, hoy conocido como Windows Phone, la venta de dispositivos basados en la plataforma del robot verde le reporta ingentes beneficios.


Es una maldición extrañamente placentera para Microsoft, que cobra un canon a los principales fabricantes de tablets y teléfonos móviles en concepto de licencias argumentando que Android infringe varias de sus patentes y que por tanto debe ser compensada económicamente. El volumen es tal que se calcula que Microsoft estaría ganando indirectamente más de mil millones de dólares al año por la venta de productos con Android.
Las patentes de Microsoft relacionadas con Android y el uso que la compañía les está dando son motivo de polémica desde que la compañía decidió cobrar a los fabricantes bajo la amenaza de demandarlos por infringir su propiedad intelectual.
Parte de esta polémica se debe al celo con que Microsoft protege dichos registros, pero ahora el gobierno chino ha publicado un compendio con 310 patentes utilizadas por los de Redmond en su estrategia de licencias.
La ofuscación de patentes como herramienta de presión
La lista con las patentes que Microsoft podría utilizar en los tribunales contra las compañías díscolas se matenía hasta ahora en secreto, puesto que de ser públicas la compañía perdería capacidad de negociación e incluso haría posible desarrollar dispositivos que no las infringieran o que al menos hicieran un uso mínimo de las mismas.
Microsoft no tiene interés por tanto en que los fabricantes sepan por dónde pueden buscarles la vuelta en un pleito. Desconocer el catálogo de patentes supuestamente quebrantadas por el código de Android genera una indefensión que se puede convertir con facilidad en un acuerdo de licencia de tecnologías para evitar un perenne -y costosísimo- deambular por los corredores de la justicia, pero además impide a las compañías saber hasta qué punto sus dispositivos infringen las tecnologías de Microsoft.
El secretismo confiere a Microsoft una ventaja estratégica en la mesa de negociaciones. No es por tanto de extrañar que la firma haya hecho lo posible para proteger de curiosos este catálogo de patentes que ahora se conoce en detalle.
La compra de Nokia despierta las suspicacias de China
Las autoridades chinas, que han identificado las patentes en cuestión, estiman que Microsoft posee aproximadamente 200 familias de patentes necesarias para fabricar un smartphone Android. En total, Microsoft tiene o ha solicitado el registro de 310 patentes relacionadas de diversas formas con este sistema operativo.
El ministerio de Comercio chino señala de forma concreta en su lista condensada de patentes tecnologías tan dispares como el sistema de archivos exFAT y el protocolo de sincronización Exchange ActiveSync.
El ministerio identificó estas patentes como parte de un proceso de análisis relacionado con la compra de la división de dispositivos de Nokia por Microsoft. Al parecer, las autoridades chinas se sienten intranquilas por la posibilidad de que esta adquisición haga que Microsoft se torne todavía más agresiva una vez que esté armada con el vasto catálogo de patentes de la firma finlandesa, acumuladas tras décadas de experiencia en la industria telefónica.
China teme que las patentes de Nokia puedan ser utilizadas para intensificar la estrategia de licencias de Microsoft
Cabe señalar que un buen número de los mayores fabricantes de teléfonos móviles del mundo son compañías chinas. Empresas como ZTE pagan a Microsoft un canon por cada teléfono con Android comercializado, siguiendo los pasos de firmas extranjeras como Samsung, Sony y HTC.
Además de las patentes de Nokia, Microsoft posee los derechos sobre un amplio catálogo de tecnologías adquirido tras la compra de las bolsas de patentes de compañías como el extinto operador canadiense Nortel, cuya propiedad intelectual fue adquirida por 4.500 millones de dólares por un consorcio de empresas participado por Microsoft. Estas patentes son utilizadas tanto para atacar a sus rivales como para defenderse de ellos.
Esta rocambolesca situación es una prueba más de cómo las patentes se han convertido en un arma arrojadiza tanto o más que en una herramienta para proteger las invenciones de las compañías.
A pesar de que una patente es un documento de acceso público y que por tanto no es información secreta per se, la forma en la que Microsoft y sus rivales se esfuerzan por ocultar las tecnologías que poseen ilustra la situación actual de una industria donde los éxitos -y los fracasos- logrados en las trincheras legales pueden ser tan determinantes como las propias ventas.